La poesía, a veces, se abre paso, aunque sea tímidamente, entre los vuelos de la Milana Bonita. Y no porque no seamos lectores de poesía, que lo somos. En algunos casos, por ejemplo, es más una cuestión de pudor, una sensación de no estar a la altura de la figura o la obra homenajeada. Un sentimiento que, os podéis imaginar, no ocurre únicamente con la poesía, pero sí especialmente con ella. No obstante, en esta ocasión tenía ganas de traer al poeta que me sirvió para perderle el miedo a los versos y zambullirme en un universo embriagador y magnético. Un poeta del que se celebra este 2022 su centenario, y al que muchos de los que hoy denominamos poetas le deben su carrera.
Nos referimos al gran José Hierro Del Real, más conocido como José Hierro o Pepe Hierro. Una figura referente, sin duda entre las más destacadas de esa generación de posguerra que desarrolló lo denominado como poesía desarraigada y que, sin embargo, siempre rehuyó de las etiquetas. En la primavera de 1936 obtuvo su primer premio literario, conseguido en un concurso convocado por el Ateneo Popular de Santander. Tras acabar la guerra fue detenido y encarcelado, y estuvo varios años entre rejas hasta ser liberado en 1944. Fue entre rejas donde empezó a empaparse de literatura, y la memoria, uno de los ingredientes de su obra poética, pero no el único, claro. En el 47 llegaron obras como Tierra sin nosotros o Alegría, y más adelante muchas más. Hierro recibió el Premio Nacional de las Letras en 1990, año en el publicó Agenda. En 1998 publica Cuaderno de Nueva York y recibe el Premio Cervantes. Una obra que fue un verdadero éxito.
Vuelvo a insistir en que es el poeta idóneo para adentrarse en el mundo de la lírica. Esta entrevista busca explicar precisamente esto, y lo hacemos de la mano del poeta, escritor y periodista Carlos Aganzo. Director de Relaciones Institucionales de El Norte de Castilla y subdirector de la Fundación Vocento, también fue director de El Norte de Castilla. Con anterioridad dirigió El Diario de Ávila y La Voz de Huelva y fue subdirector del Ya. En 1998 publicó su primer libro de poemas titulado …Ese lado violeta de las cosas, al que seguirán Manantiale 2002, Como si yo existiera en 2004 o Caídos Ángeles en 2008, entre otros.
Ha obtenido los premios Jorge Guillén, Jaime Gil de Biedma, Universidad de León y Ciudad de Salamanca de Poesía. En septiembre de 2012 le fue concedido el Premio Nacional de las Letras Teresa de Ávila. Su obra poética más reciente es Los perros y la niebla, de 2021. Gran aficionado a la literatura de viajes, la última publicación del escritor es Las ciudades de Machado (Tintablanca, Madrid 2022), cuyo título lo dice todo. Figura clave de la poética contemporánea, Aganzo conoció en persona a Pepe Hierro, y no solo admira profundamente su obra, sino también al Hierro más personal. Os invitamos a adentraros en la obra de Pepe Hierro con esta conversación en la que queremos homenajear a un autor eterno.