La ciencia ficción es un subgénero narrativo que muchas veces ha sido devaluado injustamente. Se dice de estas obras que pertenecen a la mal llamada “literatura menor” y son variadas las opiniones que ponen en tela de juicio la calidad artística de estos productos. Esta semana en La Milana Bonita, nos hemos arremangado para adentrarnos en el lodazal de la polémica y exponer nuestras peculiares opiniones. El pretexto nos lo ha dado la famosa novela de Orson Scott Card El juego de Ender.
En un artículo de Guillem Sánchez y Eduardo Gallego del que hablamos en Orfebrería con Palabras, se resumen de manera certera las principales características que homogeneízan las obras de ciencia ficción:
La ciencia ficción es un género de narraciones imaginarias que no pueden darse en el mundo que conocemos, debido a una transformación del escenario narrativo, basado en una alteración de coordenadas científicas, espaciales, temporales, sociales o descriptivas, pero de tal modo que lo relatado es aceptable como especulación racional.
Nosotros no desdecimos a estos teóricos. Más bien, estamos completamente de acuerdo con ellos. Sin embargo, como cualquier lector se puede imaginar, estos son los rasgos comunes que luego cada obra concretiza a su manera. Por ende, es completamente injusto catalogar a todas las novelas que se enmarcan dentro de este subgénero como parte de una paraliteratura comercial, sino que a la hora de la verdad (como en casi todas las artes) habrá buenas y malas; comerciales y no comerciales; aburridas y divertidas. Todo depende de la historia.

El juego de Ender es una novela en la que se describe un mundo apocalíptico. La raza humana, que ya ha conseguido dominar el espacio con maestría, se enfrenta al temor de la invasión de una raza de alienígenas conocida como “los insectores”. Para evitar el fin de la humanidad forman a una serie de niños prodigio en la Escuela de Batalla y de entre todos estos imberbes hay uno, Ender, que destaca por su inteligencia. Un adolescente de apenas 12 años destinado a evitar el fin del mundo.
Este es el argumento, el pretexto, que esconde debajo multitud tramas y temáticas. En la Piedra Rosetta, hablamos de ellas. Nos centramos durante unos minutos en el análisis de la curiosa triada que conforman los tres hermanos Wiggin. Analizamos algunas de las teorías de la comunicación utilizadas en las artimañas de Peter y Valentin. Y, sobre todo, nos plantemos una pregunta: ¿el héroe nace o se hace?
Todo esto acompañado de nuestras habituales secciones: La Pluma, La Palabra Escondida, Bandas de Libros, Recomendaciones o Textos con contexto. Al final, el viaje duró más o menos una hora y terminamos la emisión sin saber si al menos habíamos conseguido solucionar alguna de las preguntas que planteamos al principio. Para averiguarlo tendréis que escuchar el programa, no obstante, una cosa sí que podemos aseguraros: nosotros disfrutamos mucho con la lectura y con el programa.
¡La revolución ha comenzado!
Pues para ser de la literatura menor tiene muchos seguidores, claro ejemple el de Orson Scott que a todos nos encanto tanto que hasta películas sobre sus libros hay.
Nadie ha dicho lo contrario 🙂 Nosotros durante todo el programa tratamos de legitimar la ciencia ficción como un subgénero narrativo al mismo nivel de otros que el canon ensalza de manera subjetiva. A nosotros, nos encanta. Por otro lado, Orson Scott es uno de los grandes (solo por detrás, desde nuestro punto de vista, de Orwell, Bradbury, K. Dick y otros pocos elegidos). Piensa que el hecho de que esté en La Milana implica que ya ha pasado un filtro enorme (nos llegan centenares de recomendaciones). Esperamos que disfrutes del programa.