A veces los animales parece que te van a hablar. Todos sabemos que esto es imposible, pero de verdad que no me extrañaría que un día cualquiera un perro, por poner un ejemplo, respondiera a una de las muchas preguntas que le hacemos durante la jornada. Más difícil parece conseguir que un burro articule una palabra, a no ser que seas un mago de la pluma como fue Juan Ramón Jiménez. Entonces, todo es posible.
El último programa de la pasada temporada lo dedicamos a la obra de Platero y yo; y, por supuesto, tuvimos nuestro habitual concurso léxico con La palabra escondida de Ignacio Pillonetto. Seriáis capaces de decir cómo llamamos a un «zagalejo interior de tela rígida o muy almidonada y a veces con aros, que usaron las mujeres». ¿No? Pues entonces no os podéis perder esta nueva sección de La Milana Bonita.

Miriñaque,