Hulk: ¿El fin?

En la ya tan comentada década de los 90 nació la colección El fin, donde Marvel presentaba a los héroes clásicos, pero cuyas aventuras aparecían ambientadas en futuros distópicos, donde el caos reinaba por doquier. Para la ocasión, les traemos Hulk: El fin, uno de los mejores títulos de aquella línea, escrito por el genial Peter David y con un apartado gráfico de calidad gracias a Dale Keown.

Hulk: El fin nos muestra una versión del gigante esmeralda en la que Hulk tiene el dominio absoluto del cuerpo de Banner en un mundo íntegramente devastado y en el que ser una fuerza imparable es la única probabilidad para sobrevivir. De lo contrario la versión humana de la criatura no aguantaría demasiado, castigado por el paso del tiempo como se deja ver por las páginas del cómic.

El ambiente de las viñetas es opresivo, decadente y violento. El mundo apocalíptico que tantas veces hemos visto retratado en otras ficciones sigue su tónica aquí, una adaptación aun mas destructiva y desoladora, pero incorporada a la mitología de Hulk. Lo que sí se echa en falta es alguna participación estelar. ¿Mente Maestra? ¿La Abominación? Serían muy bien recibidos por los lectores del monstruo en una historia donde la dicotomía del personaje es el principal atractivo, una vez más. No podemos dejar de lado que sea Peter David el guionista, un escritor con una tradición con Hulk de una calidad contrastada y, probablemente, uno de los que mejor ha sabido interpretar la doble cara de la bestia.

La historia

Los que desconozcan la colección deben saber que van a contemplar un planeta que carece de vida humana y que Bruce Banner se ha convertido en el único hombre vivo de la Tierra. Las guerras y la radiación diezmaron a la población, dejando al científico como el último ser vivo, con más de 200 años y una potencia aun más grande para Hulk, beneficiado por la devastación nuclear.

En líneas generales, nos encontramos con un cómic triste y sin esperanza, pero con un Hulk triunfante porque, por fin, ha conseguido que lo dejen en paz y completamente solo. Las preguntas giran en torno a Bruce, quien parece haber perdido el poco control que tenía sobre su otra mitad: ¿Podrá el científico volver a tomar consciencia sobre su propio cuerpo? ¿Será su voluntad suficientemente fuerte como para doblegar a Hulk? En un mundo sin héroes ni villanos, el gigante esmeralda se ha convertido en el último eslabón de la especie humana. La premisa es sumamente interesante ¿Se la van a perder?