Yara Flor ya está aquí y esperamos que sea por muchos, muchísimos años más. Solo le han bastado un par de números para dejar su impronta y vaya que sí lo ha hecho. La nueva Wonder Woman es eso, precisamente, algo nuevo y eso se agradece muchísimo en un mercado en el que las renovaciones de los personajes no son más que puras estrategias comerciales.
Esta Wonder Woman, que respira espíritu latino, es puro desparpajo, mitología, belleza y fuerza visual, ¿qué más le podemos pedir a un cómic de la gran superheroína de DC? Lejos de Cassandra Sandsmark o Donna Troy, Yara tiene algo muy especial, que nos invita a que queramos seguir leyendo ella. El tomo que nos trae ECC nos ofrece sus primeras historias, que nos sirven para probar bocado.

Como suele ser habitual en un cómic de Wonder Woman, la presencia de la mitología y la magia es clave para dejarse llevar por sus páginas. Sin esos elementos, la heroína tendría menos gancho y, desde tiempos de George Pérez, que no se puede entender al personaje sin estos alicientes.
El dibujo es sobresaliente en todos sus sentidos. Ya sea en el diseño de personajes, como en los fondos y en las criaturas sobrenaturales que vemos pasearse por las páginas de las aventuras de Yara Flor. La selección de su autora, Joëlle Jones, como guionista y dibujante, resulta un acierto absoluto, que esperamos que siga hacia adelante. En esta ocasión, le acompaña como colorista Jordie Bellaire, que se adapta por completo a su trazo.
Otra cosa muy diferente es el encuentro que tienen Wonder Woman y Jon, el nuevo Superman, que, gráficamente, pierde si hay que compararlo con los números anteriores. Así y todo, la inclusión del Sol está bien insertada en la historia y el enfrentamiento entre Superman y el dios se resuelve muy positivamente.
Ya no solo se trata de escribir una líneas a favor de esta Wonder Woman, sino también aprovechar este espacio para hacerlo a favor de Jon, un nuevo Superman que rebosa un marcado espíritu pacifista, más enfatizado todavía que el que hiciera gala su padre, que ya es decir. Y, por cierto, Yara y Jon parecen llevarse estupendamente. Por ahora, la lectura de este volumen ha sido lo mejor de Estado Futuro, pero esperamos saber mucho más del personaje y descubrir cómo consiguió vestir el manto de Wonder Woman.