La intrigante historia que narra Honoré de Balzac nos pone en la tesitura de un muerto que vive. Un finado que lucha con ahínco para demostrar que aún le queda mucho por vivir. Algo parecido le pasó al músico que hoy nos acompaña en la lectura de El Coronel Chabert. Django Reinhardt se dedicaba, como tantos otros gitanos, a la música. Su instrumento, la guitarra, será escuchada por todo Occidente. Pero antes, un incendio en 1928 en su carromato le dejó atrofiada la mano izquierda; la mano con la que se ganaba el pan, o lo que es lo mismo, con la que pulsaba las cuerdas.
Junto a su famoso quinteto y su fiel espadachín, el genial violinista Stéphane Grappelli, versiona en su propio estilo de jazz manouche el tema When Day Is Done. Una preciosa composición del trompetista Henry Busse.