Cuenta la leyenda que Robert E. Howard concibió a Conan durante una de sus alucinaciones, después de que este le amenazara con una gigantesca hacha. Transcurría el año 1932 cuando el escritor norteamericano publicaba un conjunto de relatos protagonizados por Conan el Bárbaro para la revista Weird Tales. El fénix de la espada era el cuento que presentaba en sociedad al bravo guerrero. Solo dos años más tarde haría su aparición Bêlit, la temida reina pirata y responsable de ablandar los sentimientos del salvaje. Después de su trágica muerte, Conan no volvería a ser el mismo y haría lo necesario por devolver la vida a su antigua amante. Relatos, cómics y películas catapultaron al bárbaro a la fama con el paso de las décadas. Sin embargo, la figura de Bêlit nunca llegaría a gozar tales cotas de protagonismo. Solo la ladrona Valeria, personaje inspirado en la pirata para la versión cinematográfica de John Milius de 1982 protagonizada por Arnold Schwarzenegger, guardaba alguna semejanza con esta peligrosa mujer. Conan: Los fantasmas de la Costa Negra recupera la pasión del cimmerio por la reina pirata y plantea los límites del amor cuando la brujería forma parte de la aventura.

El guionista Victor Gischler cuenta el pesar de Conan, ya convertido en rey, tras la pérdida de Bêlit. Las visiones y los sueños atormentan al bárbaro hasta la aparición de una misteriosa hechicera, que asegura ser capaz de otorgar el descanso al alma de su amada. Para ello tendrán que emprender un peligroso viaje hacia la Costa Negra donde no faltarán los misterios y una sensación de amenaza constante. El tomo que publica Planeta recopila la historia que da título al volumen, pero también incluye otros relatos como Dos pájaros, Muerte blanca y las tres partes que conforman Las joyas de Hesterm. Un compendio de aventuras que, aunque no sean las más populares del personaje, consiguen trasportar al lector a un ambiente de brujería y espadas. La narración transcurre fluida, donde no falta ninguno de los elementos clásicos de la fantasía épica, pero el desenlace se resuelve de forma muy precipitada, dejando al lector con ganas de más. Por otra parte, Attila Futaki se encarga de diseñar el apartado gráfico de un Conan ya adulto, visiblemente cansado por el peso de la corona. En esta línea hay que destacar la habilidad del dibujante para transmitir una profunda sensación de hartazgo en el semblante impertérrito que lucirá el bárbaro en cada una de sus apariciones. Barcos, tabernas, islas misteriosas y templos antiguos serán algunos de los escenarios por donde se paseen Conan y la acertada pluma de Futaki, que convence más construyendo paisajes que personajes.

El volumen contiene 168 páginas a todo color, recubiertas en una sólida encuadernación cartoné. Incluye las portadas originales de la historia publicados originalmente por Dark Horse entre octubre de 2012 y febrero de 2013. En sus más de ochenta años de vida Conan ha sido guerrero, pirata, rey y mucho más. Tampoco han sido escasas las mujeres que enamoraron al bárbaro, pero solo Bêlit tuvo la capacidad de doblegar su espíritu inquebrantable. Los fantasmas de la Costa Negra rescata aquel sentimiento, lo envuelve en una historia repleta de magia y acero rojo y lo lanza al mar, donde Bêlit espera, por fin, encontrar la paz.
Notas:
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