¿Quién es Black Beetle?¿Por qué los críticos lo califican como un sentido homenaje al género pulp? Antes de empezar cabe aclarar de dónde proviene este nombre. El término hace referencia al desecho de pulpa de madera con la que se fabricaba aquel característico papel amarillento de mala calidad, el responsable de dar vida a las llamadas revistas pulp a principios del siglo XX en el que se imprimían publicaciones como Amazing Stories, Dime Detective, Weird Tales, Horror Stories y Black Mask. Historias para todos los públicos a precios económicos en formatos llamativos: portadas sugerentes, lenguaje directo, sexo, horror, misterio y aventura se reunían para insuflar de vida a personajes como Doc Savage, The Spirit, Flash Gordon, Tarzan, Conan o el Zorro. La lista es interminable. Con el tiempo, los relatos pulp fueron considerados narraciones planas, sin demasiada profundidad ni coherencia. Muchos denostaron sus historias sin saber que en su amalgama radicaba su encanto: ciencia ficción, detectives, monstruos espaciales y mujeres exóticas podían encontrarse en sus páginas. Un hoja en blanco donde todo podía ocurrir.
The Black Beetle
El dibujante y escritor italiano Francesco Francavilla hace un alto en el camino para regalarnos una historia como las de antes, sin mayores pretensiones que hacernos pasar un buen rato. Durante las últimas décadas hemos constatado como lo viejo ha vuelto a estar de moda. La nostalgia siempre regresa para recuperar contenidos y personajes pertenecientes a otra época y el cómic no podía ser una excepción a esta regla. El autor italiano ha sido el último en querer aportar su granito de arena a la revisión del género, con un personaje nacido por y para rendir un sentido y sincero homenaje al género forjado a partir del desecho de la pulpa de madera.
Interior del cómic
Después de una atractiva historia inicial donde encontraremos objetos mágicos, complots nazis y situaciones que recuerdan a las clásicas aventuras de Indiana Jones, nos embarcaremos en una historia más terrenal con la mafia como protagonista.
Es 1941. Los gánsteres lo controlan todo mientras se llenan los bolsillos con chanchullos en clubs nocturnos, contrabando de armas, prostitución y drogas. Policías corruptos engordan gracias a los sobornos de la mafia. Y un detective con ojos de insecto, conocido solamente como Black Beetle, patrulla desde los tejados.
Cuando dos jefes del hampa local celebran un encuentro para alcanzar una tregua, una misteriosa explosión reduce el edificio a cenizas y acaba de golpe con la mayor parte del crimen organizado de Colt City. Black Beetle se encargará del caso.
Portada de The Black Beetle Sin Salida de Planeta
Podríamos considerar a Black Beetle como una novedosa recreación de los héroes de la literatura pulp estadounidense de los años 30-40, un personaje que nacía casi por casualidad en el blog de Francavilla para convertirse, años después, en el protagonista de su propio cómic. Planeta DeAgostini recopila el primer arco argumental del justiciero: The Black Beetle: Sin salida nº 01 en un lujoso álbum donde abunda el material extra, bocetos, proceso creativo y un buen número de ilustraciones. El héroe de Francavilla no pretende aportar nada nuevo al género a nivel narrativo planteándonos una clásica historia donde buenos y malos están condenados a enfrentarse y donde se cumple a rajatabla el abecé del misterio. Pistolas, una mochila helicóptero, lentes multiusos y un automóvil de ensueño son solo algunas de las herramientas de las que hará uso el carismático personaje para luchar contra sectas, delincuentes de poca monta y un villano denominado Laberinto, un rival muy atractivo a nivel visual. Precisamente es en el apartado gráfico donde The Black Beetle destaca: páginas dobles, un diseño de personajes que combina a la perfección lo retro con lo moderno y un más que acertado uso de los colores hacen del cómic de Francavilla una compra acertada y un merecido tributo al género. Gracias.
Notas:
1. En La Milana Bonita analizamos Pulp, de Charles Bukowski