En ocasiones, las grandes historias nos atrapan de tal manera que no queremos cerrar el libro. Sus personajes, sus escenarios…todo lo que acontece y hemos leído lo echamos de menos al llegar a la última página. Esto ocurre también mucho con las películas y no son pocos los que, tras ver determinado film, están deseando conocer más cosas sobre todo lo que rodea a la cinta. También es cierto que hay obras cuyos universos están tan vivos que sus historias no finalizan cuando se lee el libro de turno o se ve la película. No. Sus universos son tan ricos que tienen tras de sí toda una legión de productos de…merchandising.
Sí, el poder comercial de ciertos títulos es, en ocasiones, imparables. Y lo que pudo ser una saga se convierte rápidamente en más tomos, películas, tazas, camisetas y un sinfín de productos que expanden el producto original. A veces de manera más o menos acertada. ¿Ya os ha venido algún título a la cabeza? Star Wars, el famoso periplo intergaláctico creado por George Lucas podría ser todo un ejemplo. O El Señor de los Anillos, de J.R.R Tolkien, si queremos hablar mejor de libros.
De hecho, el amor por estas dos famosas franquicias y su siempre en expansión legión de fans han provocado que, más allá del interés meramente comercial, se hayan creado productos vinculadas a ellas de enorme calidad. Y si hace unas semanas hablábamos de videojuegos creados a partir de literatura, hoy hablamos de literatura creada a partir de videojuegos. Como El Señor de los Anillos o Star Wars, en el ámbito del ocio electrónico hay un título que ha sobrevivido como nadie al paso de los años. Se trata de World of Warcraft, el más famoso e importante juego de rol multijugador masivo en línea. esta creación del estudio Blizzard se remonta al año 2004 y permite a millones de usuarios de todo el mundo vivir aventuras en un mundo virtual. Sus criaturas, personajes y demás seres de fantasía que pueblan el juego ha embelesado a cientos de miles de jugadores y la riqueza de sus historias han suscitado, como hablábamos con antelación, toneladas de productos de todo tipo. Entre ellos, libros.

No son pocos los autores que han creado historias relacionadas con este videojuego. Desde Richard A. Knaak a Aaron Rosenberg, Jeff Grub o la autora Christie Golden. Esta última es conocida por trabajar siempre en el mundo de la ciencia ficción y la fantasía y ella ha adaptado sagas tales como Star Trek o la propia Star Wars. También, por supuesto, World of Warcraft, con novelas como El ascenso de La Horda o El señor de los clanes. Es, quizás, una de las escritoras más queridas en la actualidad por los fans del videojuego. Quizás muchos puedan ver en sus libros productos demasiado condicionados por el éxito comercial del juego, menospreciando así el estilo de la escritora.

Como en todo, los hay más o menos destacados pero si por algo destacan las novelas de Golden es por embaucar al escritor para transportarlo a otros mundos. Tramas en apariencia complicadas se convierten en ligeras novelas de héroes, monstruos y batallas llenas de épica. No porque simplifique dichas historias propias del universo de World of Warcraft, sino porque las hace aún más disfrutables y, sobre todo, porque capta sobremanera su esencia. Sus novelas no solo gustarán a los jugadores, sino también a cualquier amante de las historias de fantasía que disfruten trasladándose a mundos que solo podemos conocer en profundidad gracias al maravilloso arte de la literatura. ¿Por qué libro empezar? Mi recomendación es el mentado World of Warcraft: El ascenso de La Horda, que narra el origen del maltrecho destino de la raza de los orcos, diezmados por una tenebrosa maldición que los hará incluso renunciar a los mismísimos ancestros…
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pongo a predilectos. Flipante descubrimiento.
Gracias.