La conjura de los necios de John Kennedy Toole es una novela con vida propia. Se ha repetido centenares de veces, no obstante, no me puedo resistir a resumir la leyenda que subyace en torno a este libro para introducir la pregunta que trataré de responder en las próximas líneas. Me explico. Toole fue un escritor norteamericano que no pudo ver ninguna de sus dos novelas publicadas. La biblia de neón (que se supone que elaboró con 16 años) la guardó en un cajón porque consideraba que era una prueba de principiante.
Su segunda novela, La conjura de los necios, sí que viajó embutida en sobres a diferentes editoriales de todo el país, pero fue ignorada repetidas veces (aún no se sabe muy bien por qué). J. K. Toole no soportó ver ninguneado su trabajo, por lo que resolvió suicidarse. Tras el trágico incidente, su madre trató de hacer justicia a la memoria de su hijo y movió cielo y tierra hasta que consiguió que un profesor universitario se interesase en el libro. Después, los éxitos se sucedieron. Fue editada, se alzó con el Premio Pulitzer de narrativa y arrasó en las librerías en poco más de un año.

Hasta aquí todo es conocido por la gran mayoría de los lectores de La conjura de los necios. Al menos, por todos aquellos que no se saltaran el prólogo. Además, la anécdota es casi un cuento con moraleja (los editores muchas veces están equivocados) que es bastante mencionado en los ambientes literarios. Por ende, hasta aquí nada nuevo, pero necesitaba mencionar todo esto para que se entienda en contexto la pregunta que me he planteado: ¿qué pasaría si tratáramos de publicar ahora mismo esta novela en España? ¿Nos encontraríamos con trabas? ¿Qué lectura se podría hacer en la actualidad de La conjura?
Lo que sigue a continuación en un ejercicio de «crítica ficción». Si deseas volver a escuchar el programa que dedicamos al libro antes, puedes hacerlo ahora mismo.
Primera carta de rechazo
Querido joven escritor:
Hemos recibido su novela titulada La conjura de los necios y nos ha parecido muy sugerente. Aún no podemos confirmar nada, pero el equipo de asesores está trabajando duramente para elaborar un informe con sugerencias. ¿Estaría dispuesto a hacer algunas modificaciones? No se asuste, en nuestra editorial respetamos enormemente al autor y tratamos de establecer con él una relación de mutuo afecto y respeto. Por eso, nos permitimos aconsejarlo desde nuestra perspectiva (varios años en el negocio repletos de éxitos).
Para que se haga una idea de por dónde van los tiros, le lanzo dos comentarios al vuelo. Si desea, los puede tomar. En primer lugar, creo que sería conveniente modificar un poco el tono de los pasajes del diario íntimo de Ignatius Relly. Su particular personalidad es hilarante vista desde un narrador omnisciente, pero a lo mejor resulta un tanto forzada en esos momentos de intimidad con el lector. Debería ser más humano. Vea este ejemplo:
Cualquier relación entre el arte norteamericano actual y el marco geográfico norteamericano es pura coincidencia; pero esto se debe solo a que la nación como conjunto no tiene contacto alguno con la realidad. Esta es una de las razones por las que siempre me he visto forzado a vivir en los márgenes de nuestra sociedad, consignado en el limbo reservado a los que conocen la realidad cuando la ven.
Por otro lado, debería usted también guardarse las espaldas con los fragmentos políticamente incorrectos. Creo que la ironía no siempre será bien entendida por nuestros lectores y eso le podría acarrear problemas. Hay párrafos como el siguiente que deben ser eliminados.
Siempre he sentido, en cierto modo, una especie de afinidad con la gente de color, porque su situación es igual a la mía: nos hallamos fuera del círculo de la sociedad norteamericana. Mi exilio es voluntario, por supuesto. Es evidente, sin embargo, que muchos negros desean convertirse en miembros activos de la clase media norteamericana. He de admitir que ese deseo suyo me lleva a poner en entredicho sus juicios de valor.
Además, si suprime estos elementos podría restar páginas y así conseguir una novela más digerible.
Reciba un cordial saludo,
Pepito Pérez
Editorial S.A. Todo por el capital

Segunda carta de rechazo
Estimado John Kennedy Toole:
muchas gracias por confiar en nosotros, pero ahora mismo no admitimos nuevas propuestas. Estamos saturados de ejemplares. Le deseamos la mejor de las suertes.
Maripili González
Editorial S.A. Luchando por sobrevivir
Tercera carta de rechazo
Querido señor Toole:
hemos recibido y leído su novela entusiasmados. Creemos que es un diamante en bruto aún por pulir. Le hacemos llegar unas correcciones y cuando las termine nos puedo mandar el segundo borrador. Si el equipo de asesores lo aprueba podremos firmar el contrato.
1. Se debe reducir la extensión de la obra en una 20%.
2. Eliminar el pasaje de la fábrica de pantalones y su trato con la gente de color. Manifiestamente racista.
3. Redefinir completamente la historia de amor con Myrna. Es incoherente el final de la obra después de párrafos como este:
Los modales brutales de Myrna pronto alejaron a mis cortesanos de la mesa, y nos quedamos solos, todo café frío y palabras ardientes. Cuando manifesté mi desacuerdo con sus rebuznos y parloteos, me dijo que yo era evidentemente un antisemita. Sus razonamientos eran una mixtura de medias verdades, su visión del mundo un compuesto de concepciones erróneas que se derivaban de una historia de nuestra nación, escrita desde la perspectiva de un túnel de metro. Escudriñó en su gran valija negra y me asaltó (casi literalmente) con pringosos ejemplares de Hombres y masas y ¡Ahora! y A las barricadas…
Sería positivo que el personaje central desvelara al menos un poco de humanidad con esta mujer, para así poder generar lazos de empatía con el lector. Además, se debería ubicar a Ignatius en un debate entre el amor hacia su madre y hacia Myrna. En el siguiente párrafo podrían ser sustituidos los conceptos abstractos «moral» y «pragmatismo», por los de las dos mujeres.
En mi cerebro se desarrolla un debate ardoroso entre el Pragmatismo y la Moral. ¿Justifica el fin glorioso, o sea la paz, el medio rechazable, o sea la degeneración? El Pragmatismo y la Moral luchan como dos imágenes en un auto sacramental, en el cuadrilátero de mi cerebro. No puedo evitar el desenlace de su furiosa polémica: estoy demasiado obsesionado por la Paz.
4. Reescribir el final. No tienen ni pies ni cabeza. Prescindir de cuestiones de políticas por el momento que se vive en España.
MYRNA, FORMA COMITÉ CENTRAL PARTIDO PAZ ZONA NORDESTE INMEDIATAMENTE. STOP. ORGANIZA A TODOS LOS NIVELES. STOP. SOLO RECLUTA SODOMITAS. STOP. SEXO EN POLÍTICA. STOP. SEGUIRÁN INSTRUCCIONES DETALLADAS. STOP. IGNATIUS PRESIDENTE NACIONAL. STOP.
Un caluroso saludo,
Jaimito Ortega
Editorial S.A. Subvencionada y dependiente
Sencillamente genial