Bienvenidos, amantes del tenis-literario. Estén atentos porque este partido no se volverá a repetir. A un lado de la red, ataviados con gomas de pelo y pantalones cortos los miembros de La Milana Bonita, Ignacio Pillonetto, Eduardo Martín y Víctor Gutiérrez. Enfrente, con sus más de mil páginas de peso una de las novelas más importantes de las últimas décadas, La Broma Infinita de David Foster Wallace. Las casas de apuestas dan como favorita a la obra norteamericana nacida en 1996. Su complejidad narrativa, su colosal número de personajes y su estilo fragmentario ya han derrotado a los más afamados críticos, quienes solo vieron ella un soberbio ejercicio intelectual. Los chicos del programa, en cambio, quieren ir más allá, pero seamos sinceros, nadie confía en ellos.
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0 La Milana Bonita – 1 La broma infinita

¡Arranca el partido! El servicio de La Broma Infinita ha sido soberbio pero Nacho se adelanta y manda un resto fabuloso a la línea de fondo. Víctor aprovecha el despiste y sube a la red para comenzar con el debate interpretativo de la Piedra Rosetta. El público está atónito. No se lo pueden creer. La primera pregunta no era una estupidez y Edu ha respondido con simpatía y honestidad. El murmullo de admiración corre por la pista, pero, ¡ojo! ¡¡Fantástico globo de la novela que pilla desprevenidos a sus tres contrincantes tratando de clasificarla dentro de un género literario!! Como siempre, esa estrategia no ha dado resultado. La Milana ha perdido el primer set.
La Milana Bonita 1- 1 La broma infinita
Arranca la segunda manga y parece que la soberbia del libro, que se veía antes como claro favorito del encuentro, se ha rebajado. Ambas partes se enzarzan en un peloteo desde el fondo de la pista con golpes potentes y juiciosos. La Pluma en la que los miembros del programa hablaban de autor ha sido un momento de enorme tensión, pero no han caído en la trampa de ver en la novela la confesión de un suicida. El partido está al rojo vivo. La palabra escondida ha dejado descolocado al libro y las recomendaciones hechas por el trío calavera han rematado la faena. ¡Madre mía, señores, estamos ante un día histórico: La broma infinita acaba de perder un set! Los tres muchachos festejan el triunfo como si valiera un partido, pero la verdad es que aún queda mucho por jugar.

La Milana Bonita 1 – 2 La Broma infinita
De nuevo, La broma infinita sirve. El público contiene la respiración. ¡Out! La primera se ha ido fuera. ¡Lets’s go Infinite jest! ¡Silent, please! Segunda bola de servicio… La primera ha sido falta. ¡Esta sí que entra, pero la ha dejado franca para Eduardo que tiene la posibilidad de rematar a escasos metros de la red! ¡Ahí lo tienen, un golpe perfecto gracias a su entrevista a Nahir Gutiérrez, de Seix Barral! Pero… ¡Esperen! La broma infinita ha llegado de manera milagrosa y hace una dejada que ha pillado a los tres a contrapié mientras hablaban de cine e historia. No puede ser. Se han tirado con todo, tocan la pelota antes del segundo bote pero ¡noooooo pasa! Se ha quedado en la red. La broma infinita vuelve a ganar y sigue imbatible. Devolvemos la conexión a los estudios centrales en esta fantástica tarde de tenis mientras el público vitorea a los participantes de tan ajustado duelo. Un saludo y recuerden que la revolución ha comenzado.
Muy buen partido Victor
Yo leí La broma justo al contrario de como recomendáis, es decir, en el metro y donde haya hecho falta; no he usado notas ni pos-its, solo he leído y me he dejado atrapar por las líneas que tocasen en cada momento. Precisamente creo que su estructura permite hacer esto, leer y olvidarte de lo anterior, simplemente disfrutar del instante, haciendo la lectura más intensa. En cuanto al género en el que se debería meter La broma, creo que en ninguno y que no hay necesidad de hacerlo. Clasificar sólo es útil para estudiar y no para pensar. Me ha gustado mucho “el debate” sobre si podría ser una novela distópica o no. A mí me ha parecido muy existencialista, muy dura, triste y abrumadora. Ha habido ratos que he tenido que dejar de leer porque me abrumaba (las historias de los Alcohólicos anónimos son maravillosamente duras). Mi personaje favorito desde el principio fue Mario, pero según pasaba la novela, Don Gately me ha ido ganando; aunque vuestro apunte sobre el pasaje de Kate Gompert y el médico lo suscribo al 100%. Los diálogos en el acantilado han sido mis favoritos durante todo el libro; ¡me encantaba cuando tocaba leer uno!
Para terminar os quería dar las gracias por hacer este proyecto tan interesante. Creo que os habéis ganado una nueva seguidora 😉
Amigos, ahora tenéis que atreveros con otro americano tan difícil como fantástico: Thomas Pynchon. Y no cualquier obra, sino su obra maestra: «Contraluz». Fue un viaje tortuoso, pero no he leído nada mejor.
Comparto vuestra visión de la literatura y disfruto mucho con vuestro programa.
Y me ha gustado también el comentario anterior sobre «La broma infinita».