Hace dos años, concretamente el 18 de noviembre de 2013, se produjo en La Milana Bonita un hecho del que nos sentimos particularmente orgullosos. Aquél día publicamos un programa muy especial, uno dedicado a la obra maestra de Alan Moore, Watchmen. Se trataba del primer cómic (o novela gráfica, bonito debate) al que le dedicábamos un programa entero. No solo por el valor y la calidad de la obra, sino también porque el propio arte de la historieta lo merecía. Nos gustan los cómics, lo sabéis. Y aquel día pudimos materializar ese amor.
Con el tiempo las viñetas han ido cogiendo fuerza en la redacción. Cuentan con su propia sección de reseñas, contamos con todo un experto en nuestras filas e incluso en esta sexta temporada celebramos el gratuitamente nombrado Mes del Cómic. Lo hicimos con toda una retahíla de reseñas. Por cierto que, recientemente, le dedicamos un texto a la última obra de Francisco Ibáñez: Mortadelo y Filemón: El Tesorero. Nos gustan los cómics, y lo sabéis.
¿Es suficiente todo esto? Posiblemente no, por eso no descansamos para seguir fomentando la buena lectura ya sea de párrafos o bocadillos de diálogo. Ahora estamos a punto de celebrar otro hito, dedicar un programa a uno de los mejores cómics de la historia: El Eternauta, obra de Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López. Esta obra, que se publicó por primera vez en forma de serie en la revista Hora Cero Semanal entre 1957 y 1959, cuenta la historia de Juan Salvo, quien se materializa en casa de Oesterheld para narrarle un relato cruenta que comienza con una misteriosa nevada que mata a la gente que entra en contacto con ella y que ha sumido a la ciudad en un silencio sepulcral.

Así arranca la que es una de las obras argentinas más importantes e influyentes de todos los tiempos, traspasando su valor de las viñetas a la cultura de toda una nación. ¿Se imagen todo lo que puede dar de sí ese programa? Nosotros ya nos estamos relamiendo, porque nos gustan los cómics. ¿Lo habíamos dicho ya?