Londres, una ciudad que nos evoca mil y un pensamientos. Los romanos fundaron el núcleo urbano original bajo el nombre de Londinium. Una urbe que se alzó cerca de los asentamientos celtas llamados Llyn Din (‘fortín del lago’). Una metrópolis que desde aqueños lejanos años no ha parado de crecer, pasando a ser incluso la ciudad más grande e importante del mundo durante cerca de un siglo, desde mediados del XIX a mediados del siglo XX. Etapa que coincidió con los años de apogeo del Imperio Británico, impulsado por las chimeneas y las fábricas que funcionaban a toda máquina en plena Revolución Industrial.

Es también una capital cultural del mundo y acoge uno de los principales centros financieros globales, conocidos como ‘la City londinense’. Es un lugar único en cuya área metropolitana viven cerca de 14 millones de personas. Todas y cada una de ellas tienen una vida, un pasado… Las personas, en sí mismas, son pequeñas historias con piernas que avanzan ajetreados por Whitehall, Chelsea, Soho o Trafalgar Square, entre otros tantos barrios. Es en ese tipo de gente, gente normal y corriente que podrías ser tú, tu vecino o tu primo lejano, en el que se fija John Lanchester (Hamburgo, 1965) para escribir su brillante novela ‘Capital’.
En ella, publicada por Anagrama en el año 2013, los lectores conocerán al banquero Roger, a la niñera Mayta, al excéntrico artista Smitty, al perseverante trabajador Zbigniew, al futbolista Freddy Kamo o Ahmed, que regenta una tienda de ultramarinos. Ellos y otros tanto, aunque no lo saben, tienen en cómun, de un modo u otro, la calle Pepsy Road, y juntos conforman esta trama coral inteligentemente escrita por Lanchester que tiene como punto de partida cierto «revuelo» económico que comenzó en 2007. Sorprende la naturalidad de su pluma y un sinfín de detalles que analizaremos la próxima semana. Venid con nosotros, pues, a Londres, nosotros invitamos.