
Cualquier amante del género fantástico sabrá que la Historia es materia prima indispensable de muchas novelas. Es un secreto a voces que George R.R. Martin, autor de la afamada saga de libros Canción de Hielo y Fuego, recibió unas cuantas dosis de inspiración de ‘Los Reyes Malditos’, la serie de novelas históricas escritas por Maurice Druon entre 1955 y 1977. Dicha serie está conformada por siete tomos, desde el primero, El rey de hierro hasta el último de ellos, De cómo un rey perdió Francia, que cuenta la historia de Felipe IV y sus sucesores, maldecidos por la Orden del Temple en el siglo XIV.
Los monarcas galos se fueron sucediendo dando lugar a un sinfín de intrigas reales, traiciones, conquistas y guerras, todas ellas bajo la sombra de la maldición. Y es que en este sentido se cumple el viejo dicho de que la realidad siempre supera a la ficción. Es evidente, por tanto, que cualquier amante de la Fantasía encuentra en el estudio de la Historia una fuente de satisfacción intelectual imprescindble, algo que ocurre también en sentido inverso. Por ello, la existencia de autores que precisamente se nutren de ambos mundos para crear novelas híbridas son una auténtica bendición. En esta ocasión me estoy refiriendo a Tim Powers.

Thimoty Thomas Powers nació en Nueva York en 1952, aunque se crió en California. Es uno de los escritores de ciencia ficción y fantasía estadounidenses más laureados en la actualidad y ha ganado, entre otros premios, el World Fantasy (1993, 2001), el Phillip K. Dick o el Locus. Su primera novela, Esencia Oscura, la publicó en 1979, y sitúa el Asedio de Viena de 1529 como escenario para una subtrama mágica, oscura y legendaria. No obstante, fue la novela Las puertas de Anubis la que le proyectó como escritor. Fue publicada en 1983 y cuenta la historia de Brendam Doyle, un profesor de literatura inglesa especializado en el Romanticismo que es invitado a dar una conferencia sobre Samuel Taylor Coleridge. Para ello, se le propone viajar al Londres de 1810 para encontrarse con el propio Coleridge, pero su viaje se complicará hasta meterle de lleno en una compleja red de intrigas que involucran a los mismísimos dioses egipcios…
Las novelas de Powers se podrían definir como una coctelera en constante agitación, y Las puertas de Anubis no es una excepción. En ella se entremezclan diferentes tramas y personajes, algunos reales e históricos y otros ficticios, pero formando una amalgama aderezada con su habilidad pasmosa para narrar tramas complejas de una manera sencilla. Las ciencias ocultas cumplen en esta novela un papel primordial, y el que no sea asiduo a este tipo de lecturas puede que llegue a perderse en tamaña reconstrucción de hechos. Sin embargo, el resultado final es un cóctel delicioso en el que se pueden paladear todos sus matices.
Se trata, además, de una novela que hace uso del clásico ‘viaje en el tiempo’ pero de una manera sinigual. Esto provoca ciertos saltos en el argumento que, lo reconozco, llegan a despistar, pero una vez el usuario se recompone la trama resulta irresistible. Además, el trato que hace Powers de los personajes históricos no decepcionará a los más escépticos. Sin duda, Las puertas de Anubis es una novela imprescindible para los amantes del género y su autor, una figura muy recomendable. Para los que no lo conozcan aún, la editorial Gigamesh está haciendo una maravillosa tarea de divulgación con la reedición de sus obras. Y es que Tim Powers te puede trasladar del Londres romántico al antiguo Egipto o a alta mar, caso este último de su novela En costas extrañas, otro imprescindible para los amantes de la piratería. Historia y Fantasía, una combinación perfecta que en Powers alcanza unas cotas de calidad que no están al alcance de todo el mundo. ¡A las librerías!