
A estas alturas muchos deberán saber mi pasión por la mitología en general, pero por la nórdica muy en particular. La sabiduría de Odín, las aventuras de Thor, el ingenio de Loki, el ataque de los gigantes de hielo o bien la profecía del Ragnarok nos han invadido de una u otra forma en lo que va de siglo XXI. Una incursión auspiciada especialmente por el despegue definitivo de series como Vikings, las estupendas películas Cómo entrenar a tu dragón o el buen hacer de guionistas y dibujantes a cargo del dios del trueno en Marvel Comics o la reinvención de Beowulf; sin despreciar el éxito cosechado por la novela American Gods, de Neil Gaiman (del que pronto tendremos programa exclusivo en La Milana Bonita). Si te interesan todas estas propuestas, sientes real devoción por el hidromiel y los secretos que habitan en el pozo de Mimir te acechan noche tras noche, no puedes dejar escapar la oportunidad de disfrutar con un cómic indispensable en tu biblioteca vikinga: Northlanders, de Brian Wood.
¿Qué es Northlanders?
ECC vuelve a la carga con una colección muy original compuesta por historias de seis o siete episodios, con protagonistas diferentes, y ambientadas en distintas épocas. Además, cada arco argumental está dibujado por un artista distinto, para acentuar las diferencias entre ellos, que no son pocas. En este primer volumen destaca el excelente trabajo del italiano David Gianfelice, un aliciente y complemento ideal para el relato de Sven.

El regreso de Sven
Estamos ante la historia con la que comienza el tomo. Narra la historia de un vikingo que huyó de su casa de pequeño y acabó en Constantinopla, centro cultural de la civilización por aquel entonces. Un lugar que le daría la oportunidad de convertirse en un varego y asimilar sistemas de vida muy opuestos al suyo, lejos del abrazo protector de Odín. Años después la muerte de su padre obliga a Sven a regresar a su casa para reclamar su legítima herencia, encontrándose una civilización que vive estancada en el tiempo y que ven en el recién llegado una amenaza para su tradicional sistema de vida. Una historia que sirve al guionista para dejar claras sus intenciones de confrontar lo nuevo con lo viejo, un tema que veremos repetido una y otra vez, aunque planteado de diferente modo, a lo largo de la colección. Este y el carácter mestizo de sus personajes es otro de los puntos en común entre los relatos aquí presentados. Por otra parte la presencia del cuervo observador aporta esa dosis de magia de la que intenta rehuir en todo momento nuestro protagonista.

Lindisfarne
La historia corta titulada como Lindisfarme cierra el volumen colocándonos del otro bando, el invadido, ante el inevitable ataque vikingo. El asalto de los noruegos al monasterio de Lindisforme sirve como excusa argumental para que un niño, medio sajón, se decante por un bando. Estamos ante un relato, breve, contenido y muy bien llevado. Como ocurriera con la historia anterior, no estaremos obligados a ese eterno «continuará…», porque todo termina en la última página, sin puntos suspensivos. Por cierto, Dean Ormston se hace cargo del apartado gráfico cumpliendo de sobra con su estilo poco detallista pero cargado de fuerza visual.
Contexto histórico
Las islas Orcadas, el hogar de Sven: El hábil guerrero decide abandonar su Constantinopla adoptiva para regresar al norte de la actual Escocia, concretamente a las islas Orcadas (Orkney Islands), su lugar de nacimiento. ¿Las razones? Ni más ni menos que la siempre justificada venganza en pos de sus seres queridos, la sed de sangre y la bienintencionada voluntad de promover el cambio en una tierra anclada a las tradiciones del pasado.
Rivalidad entre noruegos y escoceses: Los vikingos procedentes de la actual Noruega llegaron a las islas del norte de Escocia aproximadamente en el primer tercio del siglo IX, se extendieron rápidamente por los territorios escoceses y masacraron a la población picta. Todo parece indicar que a esta confederación de tribus pertenece la misteriosa arquera de nuestra historia o al menos debemos situarla como una más que posible descendiente de los celtas. La historia nos dice que entre los archipiélagos invadidos se encontraban las islas Orcadas, lugar donde se desarrolla la historia.
Los sajones: Se trata de un pueblo germánico que se extendió por toda Europa durante la Edad Media y que invadió, para quedarse, la actual Inglaterra entre los siglos V y VI. Enfrentados con noruegos y daneses desde las continuas invasiones, los sajones son uno de los tradicionales enemigos de los vikingos, por llamarlos de alguna manera.
¿Quiénes eran los varegos? Conocida como la guardia de élite del imperio, la Guardia Varega, era una de la tropas más fieles y leales de todas las bizantinas, una tribu escandinava procedente del actual territorio de Suecia y Dinamarca, que migraron hacia el sudeste de lo que actualmente es Rusia, Bielorusia y Ucrania. Se dedicaban al comercio, a la piratería y a actividades mercenarias, actuando en los puertos fluviales de Rusia, llegando al Mar Caspio y Constantinopla. Por si lo olvidaban Sven es uno de ellos.
Si después de todo esto tienes ganas de más obras de Brian Wood ya estás tardando para acercarte a su versión de Conan el Bárbaro, editado hace unos años por Planeta.