¿Y si el destino del mundo dependiera de los peores villanos del universo? Eso es lo que plantea Maldad Eterna, una de las historias más entretenidas desde el renacimiento de la editorial con los ya famosos Nuevos 52. A cargo de la obra se encuentran el incombustible y siempre solvente Geoff Johns, acompañado de David Finch, un artista más que resolutivo en el género de los superhéroes.
Olviden la ecuación Superman, Batman y Wonder Woman o no, porque precisamente ellos son los causantes de la invasión a gran escala que sufre el planeta. Ellos en su versión malvada, evidentemente. La liga de la justicia de una realidad alternativa, concretamente la de Tierra 3, se libera de su prisión y ataca: ¿Quiénes pueden resultar mejores candidatos para defenderla que sus enemigos más temidos? No lo nieguen, para los amantes de los héroes, esta es una premisa más que atractiva. Así, Lex Luthor, Manta Negra, Bizarro, Black Adam, Siniestro y un largo etc. se van a configurar como el último bastión ante el ataque del temido Sindicato del Crimen.

¿Es nueva la idea de los malos como héroes?
El concepto de las versiones malvadas y retorcidas del héroe tampoco es que sea algo enteramente novedoso. Ya se ha visto en multitud de relatos: tanto Marvel como DC han explotado la gallina de los huevos de oro hasta la saciedad. Incluso, recientemente, se ha visto hasta una versión negativa de Goku en Dragon Ball Super. El héroe corrupto, tan de moda hoy, siempre ha resultado atractivo, peligroso y hasta seductor. ¿Cuántas veces ha advertido J.J.Jameson o Lex Luthor del riesgo que entrañaban las figuras de Spider-Man y Superman? ¿Es realmente prudente fiarse de seres tan poderosos? La pesadilla se vuelve realidad para darle a Lex un renovado protagonismo que no desperdiciará, porque, al fin y al cabo, él siempre quiso ser el salvador de Metrópolis ¿Verdad?.
Muchos lectores adelantados ya saben que las consecuencias de Maldad Eterna todavía siguen sonando, inclusive en el renovado; sí, otra vez, universo DC de la era Rebirth. Allí Lex Luthor continúa moviéndose por esa delgada línea que le separa de los campeones de la justicia a los criminales, aunque ya se sabe que, más tarde o más temprano, la llamada del mal siempre le hace volver a las andadas. Solo una advertencia para los más inocentes: Lex Luthor pasa a ser miembro de la Liga de la justicia. Quedan avisados.
En conclusión
La historia de Maldad Eterna no solo es ágil, sino adictiva, un blockbuster comiquero bien facturado que, con pequeñas dosis de reflexión y muchísimo entretenimiento, permite disfrutar de una historia ya conocida, pero con los personajes menos esperados. Manta Negra, Siniestro, Black Adam y el Capitán Frío protagonizan momentos estelares, confirmando el buen estado de forma de los guionistas con unos villanos que ya llevan años participando en grandes eventos. Esta vez los malos sí salvan la papeleta.

En el apartado gráfico David Finch está enorme, un dibujante que ha pasado por las cabeceras de los grandes personajes de la industria, como son Batman, Wonder Woman o Los Vengadores y que siempre realiza un buen trabajo. Esta no es una excepción y las caracterizaciones de Lex Luthor, Bizarro, Catwoman y Manta Negra se antojan prácticamente como las definitivas de los personajes, con permiso del imponente Manta que consigue Ivan Reis. Resulta curioso cómo pueden cambiar tanto con tan solo unos retoques, pero ahí radica la magia del artista.
Atentos al coqueteo sin resolver de Batman y la felina, una vez más. Tampoco es de desmerecer el destrozo que le hace Ultraman a Black Adam en la dentadura, como tampoco la ridiculización de Green Lantern a través del patético y divertido Power Ring y la relación parasitaria que mantiene con el anillo.
¿Quieres pasar un buen rato leyendo cómics? No lo dudes, el tomo recopilatorio de Maldad Eterna es una compra asegurada.