Seguramente muchos lectores conozcan la que ya es una de las secuencias más recordadas de la franquicia X-Men, esa que daba todo el protagonismo al Quicksilver de Evan Peters. Sin embargo, lo que quizá muchos no sepan es que lo que ocurría allí con la contrapartida de Flash en Marvel primero se había visto hace más de una década en el cómic de The Flash #201, un número incluido en la última recopilación publicada en España, Flash: Ignición.

La historia de este Flash siempre ha sido vendida al público por ser una de los primeras labores de Geoff Johns para DC, además de uno de sus mejores trabajos como guionista, pero no por ello hay que restar importancia al talento del dibujante Alberto Dose, especialmente cuando fue él solito el responsable de crear aquella imagen de Flash tan emblemática. ¿Cuál se preguntarán? Esa en la que los lectores podemos observar con detalle cómo el tiempo se detiene a su alrededor para verle moverse entre las gotas de la lluvia: cámara lenta ejecutada a toda velocidad. El tomo que publica ECC continúa el guion dejado por Mark Waid, pero en manos de Johns, el encargado absoluto de dedicarle un especial protagonismo a Los Villanos del corredor, un grupo raro, irrisorio muchas veces, pero de gran carisma. Con el tiempo terminarían por adquirir mayor importancia en el universo comiquero, ocupando una parcela de lujo dentro del mito de Flash.
La premisa de Flash: Ignición
Wally West, el auténtico Flash para muchos lectores; como un servidor, aparece con su memoría borrada y sin recordar cuál era su doble identidad. El tiempo se detiene a su alrededor, pero no comprende por qué. ¡Ah! ¡Gran trabajo Alberto Dose! aquí es donde asistimos en butacas de lujo a unos momentos épicos en la vida de Flash, especialmente en el apartado estético. Wally se mueve como si el tiempo se hubiera detenido, cuando en realidad su increíble velocidad es la responsable de darle tal sensación. Flash se desliza entre las gotas de lluvia sin saber que es Flash, una sensación muy cinematográfica pero reflejada en las páginas de este cómic.

La trama avanza al ritmo que los villanos van apareciendo en escena, mientras varios héroes se preguntan qué pasó con Wally West. Ya aquí percibimos el cariño del actual mandamás en DC con el Capitán Frío, uno de sus personajes insignia. Su personalidad, artilugios y ambivalencia se comienzan a perfilar para el que luego sería, muchos años después, uno de los protagonistas indiscutibles de Flashpoint y el turbio renacer de la editorial. Además, el temido Gorila Grodd también hace acto de presencia haciendo un despliegue brutal de su poderío físico. ¿Quién ayudaría entonces a nuestro héroe en el combate contra el poderoso Grodd? Nada más y nada menos que Nightwing ¡Los antiguos Titanes se reúnen! Flash: Ignición es una compra más que recomendada para los fieles seguidores del superhéroe, pero también para aquellos que solo lo conozcan por la serie de tv. Para ellos, solo existirá Barry como el original y único, pero para los noventeros, siempre será Wally quien corra con el manto escarlata al ritmo del rayo.