Cómics Reseñas Rincón del cómic Sin categoría

La vida de Wally West (3) Flash: Nacido para correr

Si la semana pasada nos centrábamos en la galería de Los Villanos que persigue a Flash, prácticamente a diario, hoy toca retroceder en el tiempo para conocer el Año Uno de Wally West. Año Uno recoge unos momentos emblemáticos para el superhéroe, tocado por el rayo a los diez años, quien bajo la tutela de Barry Allen y su tía Iris West, no tardaría en vestirse como Kid Flash.  Y así arranca la etapa de Mark Waid, una de las más famosas y longevas en la cabecera del corredor, tan querida por el público como alabada por la crítica especializada.

portada_Flash_NacidoParaCorrer_R1
Portada de ECC

Los lectores asiduos al Universo DC ya saben cuál es la tónica de estos llamados Año Uno, cómics que juegan con la retrocontinuidad para conocer cómo fueron los primeros pasos de nuestros héroes. Batman, Robin y Batgirl, incluso Arrow tiene su propio origen y todos ellos muy recomendables. Por cierto, en el elenco de guionistas de estos títulos podremos encontrar a Frank Miller o Chuck Dixon, con lo que esperar un escritor de renombre tampoco sorprende cuando vemos en la tapa del presente tomo el de Mark Waid.

Flash: Nacido para correr profundiza en el pasado de Wally, la cariñosa relación que mantenía con su tía, el padrinazgo de Flash y la complicada situación de convivencia con su padre, a quien salva del embiste de un tornado. La aceptación de sus poderes, el modo de utilizarlos y contra quién y el primer enfrentamiento contra El amo de los espejos son solo algunos de los capítulos que aquí veremos en primera fila. Encontramos especialmente interesante la analogía que hace Wally sobre la superación del muro, el umbral que deben superar los maratonistas para llegar a la meta y que él mismo debe romper para llevar al límite sus increíbles habilidades. Waid nos ofrece un vistazo al crecimiento del velocista y su conversión en adulto, así como sus cambios de vestuario y la participación de muchos de sus peores enemigos, donde tampoco falta Gorrilla Grodd. De hecho, La Guerra Gorila cierra el volumen con una aventura de corte clásico, repleta de acción con uno de los enemigos más interesantes y brutales de Flash.

$_58
Wally West es alcanzado por el rayo

Resulta curioso cómo hace unos años era casi impensable que un rayo cayera dos veces en el mismo sitio para concebir a un héroe y ahora mismo, en la cabecera actual de Flash Renacimiento, podemos ver al rayo de la supervelocidad caer con mayor regularidad que nunca. Pero por aquel entonces era una auténtica rareza y sobre este tema giran buena parte de las especulaciones de los personajes, que intentan adivinar la procedencia del accidente que proporciona los poderes a los velocistas. No favorece demasiado el cambio de dibujantes, donde vemos desfilar tanto al maravilloso Carmine Infantino, Humberto Ramos como Jim Aparo. No ponemos en duda la calidad de los artistas, todos ellos más que contrastados, más bien cuestionamos el constante cambio de estilo, algo que puede entorpecer la lectura. En este sentido es el español el que no sale muy bien parado en relación a sus colegas, con su peculiar amerimanga que no termino de ver en un personaje como Flash. Nunca he sido muy seguidor del estilo, salvo por los X-Men de Joe Madureira, que eran otra cosa.

La evolución de Wally, primero como aprendiz y luego como sucesor y único Flash, da para mucho; de ahí que la idea del legado cobrara un especial significado cuando le tocó ocupar el manto del héroe caído. Ahora el panorama es bien diferente, teniendo versiones del mismo personaje, pero para diferentes públicos y edades, y todas ellas a la vez. Ahí están la convivencia de la nueva Lobezna y el Viejo Logan, la de Peter Parker y Miles Morales, los capitanes Steve Rogers y Sam Wilson, Damian Wayne y Tim Drake o los muchos Supermanes que pululan aquí y allá, etc. Por ello, aquí seguiremos recopilando, poco a poco, la vida de Wally como Flash, el emblema de lo que debería significar el concepto del legado, una idea clave en la antigua DC. Menos mal que el rayo que impactara sobre la famosa estantería de productos químicos y que terminó dando los poderes a Barry Allen cayera una segunda vez. De lo contrario, Wally West, nuestro héroe favorito, nunca hubiera nacido para correr.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: