En La Milana Bonita nos gusta hablar sobre libros. Ese es el motivo por el que nació el programa y por el que seguimos vivos tantos años después. Ahora bien, resulta especialmente satisfactorio cuando lo hacemos con los propios autores/as de las novelas. Ahí es cuando uno puede indagar en los secretos más íntimos de esas páginas que nos han hechizado durante horas, días o meses. Y ese ha sido el privilegio que hemos tenido en el caso de ‘Las maravillas’, de Elena Medel.
Era, sin duda, una entrevista que llevábamos queriendo hacer durante varias temporadas ya, pero el momento y el lugar preciso, para momentos así, se hacen esperar. Al fin llegó para esa novela que mereció elogios de crítica y público y aupó a su autora, ferviente poeta, a lo más alto del panorama de la ficción nacional. Fue su primera novela, aunque como advierte la autora, conviene matizar que es “la primera publicada”. Lo que significa que hay varios proyectos que se quedaron en el cajón y, con la esperanza de ávido lector, seguramente otros en camino. Sobra escuchar la entrevista para saber que sí.
“Las maravillas es una novela sobre el dinero. Una novela sobre la falta de dinero: sobre la manera en la que nos define el dinero que no tenemos. Es también una novela sobre cuidados, responsabilidades y expectativas; sobre la precariedad que no responde a la crisis sino a la clase, y sobre quiénes −qué voces, en qué circunstancias− contarán las historias que nos permitan conocer nuestros orígenes y nuestro pasado”. Así define Las maravillas su editorial, Anagrama, fruto de la síntesis necesaria que exigen las contraportadas. Ahora bien, es una novela que esconde mucho más, que juega con la estructura y el tiempo, que retrata generaciones y es al mismo tiempo relato universal, que describe la doble cara de las relaciones, con personajes trabajados, perfilados al milímetro para deleite de un lector que, si sabe estar atento, sabrá sacarle todo el jugo. Y si no, siempre puede escuchar esta entrevista con Elena Medel para, después, dejarse llevar por los placeres de una segunda lectura.
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