Hace 96 años nació Nelson Mandela, una de las figuras más influyentes del pasado siglo XX. Su lucha contra el Apartheid, su entrega total a unos ideales y su manera de pensar y de actuar lo han convertido en un icono mundialmente conocido. En los medios de comunicación, en las aulas y en los libros de historia se habla de Mandela como uno de los principales promotores del comienzo de la abolición del racismo. Un hito de enorme importancia e imposible de olvidar, pero que no puede ocultar el enorme problema que todavía se extiende como una lacra por la mayoría de los países.
Libros como Desgracia, del sudafricano premio nobel J. M. Coetzee, o canciones como «Soweto Blues» de Miriam Makeba recuerdan a todo el mundo que las heridas aún son demasiados recientes como para olvidarlas. Y, por esta razón, en nuestro ejercicio habitual de poner música a una novela, hemos decidido fusionar a estos dos geniales artistas. Porque ambos representan lo mejor de las mujeres y de los hombres: el arte.
Las injusticias y las infamias se siguen produciendo en todas partes, el racismo sigue infectando la vida de millones de personas, por lo que no se puede cerrar los ojos buscando en ciertos símbolos del pasado el salvoconducto de la especie humana. Si algo nos mostraron tanto Nelson Mandela como los centenares de mártires de Soweto a los que canta Makeba, es que todos tenemos el poder de cambiar el mundo en nuestras manos.
¡La revolución ha comenzado!