Trópico de cáncer de Henry Miller ha pasado a la historia como una novela «incómoda» por varios motivos. En primer lugar, se dice de ella que pertenece al género erótico, nosotros lo dudamos. Es difícil clasificar este libro, pero parece obvio que pese a tener multitud de pasajes sexuales (descritos de manera muy explícita) estos no condicionan la totalidad del texto. En segundo lugar, es un texto difícil para el lector por su complejo hilo argumentativo. Parecen claras las influencias de Faulkner, Joyce o Dos Passos en Trópico de cáncer con todo lo que esto conlleva, para lo bueno y para lo malo. Y por último, esta novela resultó muy fastidiosa en su momento por el carácter subversivo del texto. Rompió con multitud de tabúes tanto en el tema como en la forma, algo que incluso hizo que fuera censurada.
Sin embargo, todas estas descripciones no son más que relatos superficiales de una pequeña obra maestra del siglo XX. Si el lector desnuda con cuidado Trópico de cáncer, podrá disfrutar de un relato tan tierno como trágico, de una reflexión amoral sobre la moralidad y de un estilo crudo pero pulido. Prueba de ello es el registro léxico que utiliza Miller, más cercano a una conversación de tasca que a una obra literaria. Con todo, esto no resta un ápice de su valor literario ya que en el uso «descuidado» del lenguaje reside parte de su encanto y naturalidad. Si quieres conocer algunas de las palabras que caracterizan a esta novela de Miller, no dudes en descargarte esta nueva entrega de La Palabra Escondida.
La Milana Bonita 