En diciembre sabemos que las ansias por hacer regalos y dar con la tecla son altísimas. Asique si tu intención es brindar una sorpresa a un lector de cómics al uso, lo nuevo de los Titanes es una compra acertada. Titanes Renacimiento ha supuesto una vuelta a los orígenes del grupo, esa versión remozada, pero siempre fiel a los héroes clásicos de DC. Las versiones juveniles de Flash, Aquaman y Batman ya han madurado hace mucho tiempo y vuelan con alas propias. Después de muchas pruebas el espíritu de Los Titanes de antes ha vuelto para quedarse.
Previa a El contrato Lázaro
Si el número anterior nos sirvió para ver de nuevo el regreso de Wally West a DC y descubrir más pistas sobre la conexión que se establece entre el Dr.Manhattan con todo lo que tiene que ver con Renacimiento; en el presente volumen podemos asistir al encuentro entre Wally y un Superman que sí le recuerda. No olvidemos que ambos provienen de un mundo diferente al actual y parece que ese vínculo les une, incluso Superman recuerda a Linda Park junto a Wally, algo que nadie más parece guardar en su memoria.
Los siguientes dos números son breves, una historia corta, sin demasiado interés más que disfrutar de viñetas cargadas de acción. El dibujo es algo irregular, pero nunca se descuida, ya que Titanes necesitan de esa espectacularidad gráfica. No me canso de ver el nuevo traje de Wally con esos rayos azulados y al renovado Tempest, incluso el de Roy Harper, aunque esas gafas de discoteca sean especialmente feas. El preludio al argumento estrella que nos ofrece El contrato Lázaro.

El contrato Lázaro
El título es un claro juego de palabras a un clásico de la cabecera de hace unos cuantos años: El contrato de Judas, una de las historias más recordadas por los seguidores del grupo. Marv Wolfman y George Pérez idearon una saga entre febrero y julio de 1984 que tenía como protagonista a Slade Wilson, mejor conocido como Deathstroke y hoy ese personaje vuelve a estar de moda. Sea por la serie de televisión Arrow o por el cómic que están llevando a cabo Christopher Priest y Carlo Paguyalan, lo cierto es que el matón más peligroso de DC también retornó con ganas de quedarse.

La historia comienza con un retorno al pasado, concretamente a ese momento que iniciaba El contrato de Judas, lo cual es de agradecer para poner a todos los lectores en situación. Esa conexión entre lo viejo y lo nuevo es lo que marca el espíritu de Renacimiento y una vez más lo consiguen con esta saga que reúne a los Titanes con los Jóvenes Titanes, liderados por Damian Wayne. Cómo no, el desencadenante de toda la batalla es el secuestro de Wally West, nuestro Flash, por parte de Deathstroke, que lo necesita para resucitar a su hijo.
El contrato Lázaro es un cómic para nostálgicos y para nuevos lectores enganchados a Renacimiento. Un poco caótico, sí, en eso coinciden la mayoría de críticos por la aglutinación de tantos personajes, pero ver a tanto superhéroe junto y dando guerra siempre es divertido, uno de los pilares de la industria. Colores y rayos por todas partes, eso está asegurado.