Cuando Stan Sakai pensó a Usagi Yojimbo no creo que haya sido capaz de augurar el éxito que le esperaría al conejo ronin. Quizá a muchos les pueda sonar el personaje por verlo junto a Las tortugas ninja en la serie de televisión de 1987 o incluso en la línea de juguetes de por aquel entonces. Lo cierto es que, por un motivo u otro, Usagi ha sabido cautivar a generaciones de lectores, deseosos por descubrir el Japón feudal de su mano.
Conoce a Usagi Yojimbo
Usagi Yojimbo nació en 1984 y, desde entonces, nunca ha dejado de correr. Ha peregrinado y salvado tantas personas que hacer las cuentas sería algo bastante complicado. ¿Quién diría que una serie protagonizada por versiones antropomórficas de conejos, serpientes y rinocerontes alcanzaría unos niveles de seriedad y profundidad mitológica tan elocuentes como los que consiguió Stan Sakai con su espadachín? ¿Quién podría augurar que Miyamoto Musashi encontraría en Usagi al personaje ideal para transportar su esencia a una nueva generación?
Ya lleva un tiempo que Planeta recopila en unos voluminosos tochacos las aventuras de Usagi Yojimbo al completo, una maravilla para poder leer en orden cronológico las andanzas del conejo, inspirado en el legendario héroe japonés Miyamoto Musashi. ¡Por cierto! ¿Has escuchado nuestro programa dedicado a la cultura china y nipona? También hay un momento en el que charlamos sobre este personaje de leyenda.
Segadora es la mejor historia de Usagi
Lo dicen muchos críticos y un servidor. Por una serie de casualidades que no vienen al caso enumerar tuve la suerte de iniciarme con el personaje, justamente, leyendo esta historia. Claro, en seguida puse el listón de lectura altísimo y nunca jamás una aventura del ronin me volvió a impactar de tal modo. Al menos no una tan extensa y eso no quiere decir que Usagi no tenga grandes relatos, más bien todo lo contrario, porque si algo ha conseguido dejar claro Stan Sakai con su creación es, precisamente, la calidad de cada una de sus hazañas. Su conversión en guerrero, las aventuras con Jotaro, su etapa como samurai o su relación con Gen son historias contadas a cuentagotas, en aventuras breves que se entrelazan unas a otras. No obstante, Segadora es una historia larga, con principio y final, y la puede leer cualquier lector ajeno al ronin y seguir perfectamente el hilo.
En el apartado gráfico Stan Sakai cumple como siempre, sin grandes estridencias y manteniendo el nivel al que nos tiene habituados. Su estilo es sencillo pero cargado de detalles al mismo tiempo. El poderío de Sakai radica en lograr abstraer al lector hacia un universo habitado por animales parlantes y que no por ello sus personajes pierdan ni un ápice de seriedad.
Segadora es el nombre de una espada perdida hace siglos, por lo que su nombre se ha convertido en sinónimo de mito, de la presencia del mal, de un arma legendaria, de un personaje diabólico creado para el recuerdo, de un Usagi en estado de gracia, de un Japón feudal tan peligroso como honorable y, por supuesto, de un gran elenco de personajes secundarios. Todo son buenas palabras para leer y paladear una historia 100% con sabor nipón que, desde sus primeras páginas, nos adelantan que algo muy importante tendrá lugar allí. Desde luego que Segadora podría leerse en una jornada dedicada para ello, pero a título personal recomiendo no hacerlo. Entender la importancia de aquella espada y la potencia narrativa del demonio que transita estas páginas resulta mucho mayor si la leemos poco a poco, en unos cuantos días.
Y si, además, se hacen con esta recopilación mastodónica de Planeta, que incluye historias tan recomendables como Sombras grises, entonces podrán dejarse llevar por un buen número de relatos protagonizados por…sí, un sobrio conejo guerrero.