Disney ha hecho mucho daño a tantas y otras historias. Sí, lo hemos dicho cientas y una y mil veces. Alicia en el país de las maravillas, de L. Carroll; Peter Pan, de J. M. Barrie; o incluso El libro de la selva, libro de John Lockwood Kipling que no hemos analizado. Pero sí, la gran productora de cine norteamericana ha infantilizado varias historias, como estas que hemos mencionado. Eso sí, ninguna nos ha sorprendido tanto como Las aventuras de Pinocho, de Carlo Collodi.

Se puede adaptar una historia para llegar a un público más infantil. Se puede disfrazar la aventura de un exasperante muñeco de madera en una divertida marioneta que solo quiere ser un niño de verdad. Y de hecho el largometraje de Disney ha calado más en el imaginario popular. La aventura de Collodi, no tanto. Pero desde aquí y desde este momento, recomendamos enormemente leer ‘Las aventuras de Pinocho’.

Cualquier adulto se verá sorprendido. Los niños…mejor que no la lean. Pinocho sigue siendo un pedazo de madera convertido en muñeco gracias al carpintero Geppetto. Y también quiere convertirse en un buen chico… Claro que el camino es mucho más arduo que en la versión cinematográfica. Y Pinocho es un personaje mucho más irritante de lo que uno se pudiera imaginar. No solo eso, sino que la novela está plagada de escenas de lo más macabras, con muertes, ahorcamientos, fantasmas y animales más propios de una novela de asesinos que de una fábula para niños.
Si estás leyendo estas líneas, y todavía no te crees lo que decimos, solo te queda una opción. Agarrar el libro, abrirlo por la primera página, y dejarte llevar por la pluma del autor. Porque más allá del argumento que todos conocemos, Collodi tenía muchas más cosas que contar. Y pasados unos 15 días, deberás escuchar nuestro programa. Esas son las dos tareas pendientes que tenéis los escuchantes interesados. Creednos, no os decepcionará.
Quizá la TV me ha insensibilizado, pero a mí no me parece que “Las aventuras de Pinocho” sea un libro tan terrible como parecen decirlo. Sí, tienes sus tintes oscuros, pero no cae ni se parece a una “novela de asesinos”, porque el final de todo siempre se encuentra a Geppetto o está el Hada para salvar a Pinocho. Además, me parece que todo lo terrible está ahí porque él no sólo se convierte en un niño de verdad, sino en un “muchacho de bien”, y todo indica que Collodi pensó que a eso sólo se puede llegar superando los más grandes errores y escenarios.