
Con todo el revuelo que se está provocando alrededor de la inminente película Batman vs. Superman: El amanecer de la justicia y lo que será el preludio a la Liga de la Justicia en el cine, no está de más aprovechar la ocasión para recordar una de las etapas más aclamadas del icónico grupo. Además, si tenemos en cuenta que hace muy poquito se acaba de publicar el último tomo que recopila dicho período, la reseña de hoy sale sola. Comenzamos.
La historia arranca con la repentina visita de la Legión de la Justicia del futuro a la Atalaya de la JLA. Una Legión que proviene nada más y nada menos que del año 85.271 o lo que es lo mismo: un millón de meses después del presente en el que se sitúa el relato. El equipo está formado por las versiones hipermodernas de Superman, Flash, Batman, Wonder Woman y Aquaman. ¡Ah! Mucha atención al extraño y nuevo Hourman. ¿Pero a qué se debe la visita? ¿Acaso es para prevenir un ataque alienígena a gran escala? ¿Deben evitar la muerte de alguno de sus miembros? Pues ni una cosa ni la otra. El motivo para tanto misterio, finalmente se resume en una invitación que extienden a la JLA con la intención de participar en unos juegos especialmente diseñados para ellos. Y así empieza DC: Un millón, una historia lo suficientemente larga como para ser considerada independiente y autoconclusiva, lo que siempre viene bien saber, sobre todo para los nuevos lectores. Eso sí, para la travesía habrá que viajar en el tiempo.
Los protagonistas
Vamos a disfrutar con el Detective Marciano y Green Lantern, personajes marca de la casa. Si Rayner se ganó al fan acérrimo de Jordan, desde luego, fue gracias a su participación en la JLA. Como si esto fuera poco a continuación podrán encontrar nuestras reseñas anteriores, donde hemos analizado cada volúmen en relación a la participación destacada de algún personaje o grupo especial:
El nº1 de la JLA nos trajo al mejor Batman
El volúmen 2 rescató del olvido a los WildC.A.T.s
El tercer tomo incluye la participación de Morfeo

Por otra parte, el cuarto volumen recopilatorio de la JLA, de Grant Morrison cierra por todo lo alto trayendo personajes que ya se han dejado caer por números anteriores. Una batalla gigantesca entre un buen número de superhéroes y villanos. El tomo se completa con la historia JLA: Classified, tres capítulos escritos por el mismo Morrison en 2005, en un fugaz regreso a su etapa noventera con la JLA. Como colofón no olviden que aquí se incluyen también los números firmados por Mark Waid. Hasta la fecha estamos ante la mejor reedición que podemos encontrar en el mercado.
A lo largo de más de 120 páginas vamos a despedirnos del enfoque que diera a cada héroe a un ritmo frenético, porque con el guionista escocés nunca hay descanso, como bien lo reflejan las páginas que configuran sus historias, cargadas de emociones y explicaciones imposibles. Este punto, el de los monólogos interminables y los detalles meticulosos, es uno de los más controvertidos, pues llega a resultar algo tedioso tanta explicación, algo que de lo que el escritor siempre podrá jactarse de dominar como ninguno.

Cuestión de dibujantes
El apartado gráfico, como suele ser habitual en la cabecera, cumple con creces ya que Howard Porter ha sabido mantener el nivel gráfico a lo largo de toda su etapa: un diseño fantástico de personajes y una estructuración de viñetas solo al alcance de unos pocos. Es una pena lo que ha ocurrido con el reinicio de la editorial en relación con el Detective Marciano, todo un emblema del grupo y de Morrison, que supo explotar muy bien sus cualidades. Desde entonces el personaje no ha sido el mismo, con excepción de algún trabajo puntual, como puede ser el llevado en Crisis final.
Es cómico como Morrison reciclo una historia de la JLA (Roca de los tiempos) para contar lo que fue la Crisis Final, y en donde se descubre un Villano de la Silver Age conocido como Libra que tiene el mismo traje que usara Prometeo en la Jla, también creado por nuestro amigo calvo escoces.
Excelente Nota.