Julio está a la vuelta de la esquina, un momento ideal para aprovechar el tiempo libre, quienes lo dispongan, a ritmo de sol y playa. Desde La Milana Bonita tenemos algunas recomendaciones que hacerles de cara al verano, especialmente para aquellos que prefieren la oscuridad y el fresco cobijo de un poderoso ventilador. Para todos ellos, aquí les dejamos unas propuestas que incluyen guionistas y dibujantes como Neil Gaiman, Leandro Fernández, el dúo Doug Moench y Kelly Jones, Paul Jenkins y un largo elenco de artistas de contrastado renombre. ¡Empezamos!


Northlanders: La viuda de la plaga
Si eres uno de esos a los que el calor te agobia y prefieres el aire fresco en lugar de las ya clásicas terrazas españolas, entonces puede que volver al mundo de los vikingos de Brian Wood sea una buena opción. En esta ocasión tenemos delante el título La viuda de la plaga, el que sea, casi con toda seguridad, el mejor arco de la serie Northlanders leídos hasta el momento. Con el pulso perfectamente tomado a la serie, recordemos que el tomo recopila los números 21 a 29 de la edición original, Brian Wood nos acerca al drama que experimentan los habitantes de un pequeño pueblo comercial a orillas de un río, cuando la plaga y el invierno hacen sus estragos. A tan sugerente punto de partida tenemos que sumarle el fantástico trabajo del argentino Leandro Fernández, un dibujante que ya ha pasado por las filas de X-Factor y Stormwatch y que, sin duda, es un aliciente para acercarse a este volumen de relatos vikingos que ya están en sus últimos números.
En La Viuda de la Plaga nos encontramos con la típica historia de aislamiento que pone a prueba a sus protagonistas en una lucha de superación personal. En este caso la viuda Hilda y su hija Karin frente al poder misógino del hombre. Drama y acción se entretejen en un clima duro, asfixiante pero tremendamente envolvente para el lector. Bravo por Hilda y su evolución, un auténtico camaleón que se adapta en función de los problemas que debe ir resolviendo. Mucha atención con las portadas bellísimas de Massimo Carnevale. Ya lo saben, la emoción está más que asegurada. Historias crudas, de invierno y peste, pero también de supervivencia y esperanza. Una invitación a considerar para los que huyen de los superhéroes y los monstruos (aunque no deberían).

Hellblazer, de Paul Jenkins (2)
Tampoco podemos olvidarnos del segundo volumen de Paul Jenkins dedicado a Hellblazer, la mejor manera para escapar del calor con la oscuridad característica que envuelve todo lo que rodea a John Constantine. La etapa de Paul Jenkins nos ha llegado en dos entregas, como todos recordarán (escribimos sobre ello aquí). La primera fue lanzada el pasado noviembre de 2015, con un total de 480 páginas a color, mientras la segunda nos trae 592 páginas para no dejar de leer. Unos tomos que engrosan cualquier biblioteca por su tamaño bestial, cuyos índices agrupan los números 89 a 107 USA y 108 a 128 USA respectivamente; a los que hay añadir en el segundo volumen los ejemplares de Hellblazer/The Books of Magic núms. 1 y 2 USA, así como Vertigo: Winter’s Edge núm. 1 USA. Pues eso, para no dejar de leer.
El número 120 de Hellblazer
La celebración del décimo aniversario de la serie fue celebrado por todo lo alto. Entre los invitados vemos a Alan Moore y a muchos de los personajes que han estado con John a lo largo de tantos años, un homenaje en toda regla para un cómic que ha contribuido como pocos a la evolución del medio. Por suerte para los lectores el artista Sean Phillips se mantiene a un grandísimo nivel gráfico certificando el prestigio del que goza hoy en día. En este sentido también hay que mencionar las historias A Contracorriente y Cómo Jugar con Fuego que daban la bienvenida al dibujante Warren Pleece con una gran solvencia. Dos relatos que traían otra vez al Primero de los Caídos y la súcubo Chantinelle en su afán por vengarse de Constantine. Una despedida por todo lo alto que nos ofrecía un último vistazo al rico elenco de secundarios creado por Jenkins y que presentaba uno de los momentos álgidos de la estancia del guionista con la esperadísima conversación entre John Constantine y el mismísimo Dios.

Neverwhere, de Neil Gaiman (Adaptado por Mike Carey y Glenn Fabry)
La última vez que habíamos estado delante de Neverwhere en su versión cómic había sido la ofrecida por NORMA, hasta ahora. ECC recupera la adaptación de la novela de Neil Gaiman de forma impecable. Así, prosigue la colección de todo cuanto lleve el nombre del afamado escritor británico. La tarea está siendo encomiable por parte de la editorial, ya que la recuperación del voluminoso trabajo del creativo guionista es de agradecer, y mucho. Sin embargo, en este caso la comparación con la novela deja un tanto perdida la adaptación en cómic, que pierde ante su homólogo literario por ser más extensa y entretenida al permitirnos ejercitar la imaginación de otra manera más natural. A cargo de hacer la traslación está Mike Carey, un guionista que ya hizo de las suyas al ampliar el universo del Lucifer de Sandman.
El apartado gráfico de Glenn Fabry
Pero donde sí destaca esta adaptación es en el trabajo de Glenn Fabry. El espectacular artífice de las portadas de Predicador hace una labor estupenda en la caracterización de personajes y escenarios. ¿Acaso querían huir del Sol? Nada mejor que de la mano de Fabry y su Londres subterráneo, el verdadero protagonista del relato. Una ciudad demencial y mágica oculta bajo la superficie del mundo real, donde no faltan la violencia y el gore más crudo.

Batman: Vampiro
Concluimos las recomendaciones veraniegas con un especial muy cotizado para los amantes del género vampírico, quienes seguramente seguirán huyendo del Sol como todos los monstruos chupasangre. ¡Qué recuerdos nos trae ver esta versión de Batman! El de Lluvia roja y todas sus continuaciones, porque esos es lo que nos ofrece ECC en este impecable volumen, un homenaje en toda regla al héroe encapotado y su relación con los aterradores monstruos de los colmillos.
Doug Moench, aquel curtido autor del cómic de horror en Creepy, entendía como nadie el poder de Batman como ser nocturno. Por ello, qué mejor idea que enfrentarlo contra Drácula, el rey de los vampiros, para demostrar quién es el auténtico gobernante de las sombras. Moench imaginó el enfrentamiento entre las dos poderosas criaturas de la noche, en una historia que homenajea el cine de terror más grotesco y sórdido, pero sin distanciarse demasiado de la tradición y personajes que pululan por una colección protagonizada por alguien como Batman. Para hacer esta una propuesta redonda hay que sumar el talento del dibujante Kelley Jones, un complemento perfecto para esta historia con tintes góticos. Figuras retorcidas, demonios de ultratumba y bestias en posturas que desafían la razón acompañan una de las versiones de Batman más retorcidas que recuerdo. Como si se tratara de la capa de Spawn o la telaraña infinita del Spider-Man de Todd McFarlane, los pliegues de este nuevo Batman no tienen fin, una característica que refuerza y potencia el aspecto siniestro del luchador de Gotham como nunca.
A Lluvia roja le siguieron Tormenta de Sangre y Niebla Carmesí, dos historias inferiores al primer volumen, pero no por ello malas, que ahondaron en la lucha interior de Bruce Wayne después de su encuentro cercano con los vampiros. Además, el Joker cuenta con una participación destacada en la función y es que una historia de tal calibre no podía terminar sin el clásico enfrentamiento entre ambos. A todo esto debemos sumarle la aparición de un surtido de criaturas de la noche y depredadores que consiguen acrecentar aún más las dudas de un Batman cada vez más lejano de la humanidad. Batman: Vampiro, es una oportunidad única para disfrutar de un choque obligatorio entre personajes que representan al murciélago y al seductor vampiro respectivamente. Una lectura fascinante que nos obligará a huir de la caricia del Sol para encontrar un mejor cobijo entre montañas de libros y cómics y el calor de una buena lámpara.